6.27.2007

Cuando Llueva, Abra Un Paraguas...


Matt Torresolis



El hombre con suerte debajo del pino es la traducción del japonés al español del nombre de uno de los más grandes industriales, pensadores empresariales e innovadores sociales del siglo 20: Konosuke Matsushita. Este hombre creó su propia buena suerte armonizando dos conceptos aparentemente contrarios: A) los negocios tecnológicos exitosos y B) la gerencia basada en valores humanistas. Siempre he admirado del Señor Matsushita su inteligencia natural para actuar conforme a una estrategia integral que aún hoy en día no es fácil de aceptar o comprender. En términos sencillos (aunque no simples), la estrategia de Matsushita desechó el antagonismo artificial entre tecnología y humanismo, creencia eminentemente antieconómica que genera problemas sociales y sufrimiento personal. La capacidad para armonizar en términos prácticos esta aparente dicotomía fue decisiva para el estilo de gestión empresarial del fundador de Panasonic; estilo que Matsushita manifestó como sabio liderazgo hasta su muerte a los 94 años.

Nació en 1894 en una localidad rural de Japón; a los nueve años emigró a Osaka para ocuparse como aprendiz en una tienda de bicicletas y luego como empleado de la Osaka Electric Light Company. En 1917, a los 22 años de edad, Konosuke fundó su compañía para manufacturar enchufes eléctricos y lámparas de pilas para bicicleta. La empresa, que nació con tres empleados - incluyendo a Konosuke -, hoy es un Grupo empresarial con casi trescientos mil empleados a escala mundial. Es líder global en electrónica de consumo y permanece atento a las aplicaciones de vanguardia como nanotecnología, Fuzzy Logic (lógica difusa) y robótica industrial sólo para citar tres tendencias clave.

Leer los conceptos empresariales de Matsushita es desatar un viento fresco que barre el sopor de las neuronas posmodernas. Matsushita vivió de acuerdo a Lo Que Es para transformarlo en Lo Que Puede Llegar A Ser. En 1929 Matsushita acuñó los
siete principios de negocios en los que se funda esta corporación: Contribución a la Sociedad. Debemos llenar las expectativas del público proveyéndole bienes y servicios de alta calidad a precios razonables, de tal forma que contribuyamos al bienestar y a la felicidad de la gente en todo el mundo. Imparcialidad y Honradez. Debemos ser justos y honestos en todos nuestros tratos de negocios y conducta personal, siempre haciendo juicios equilibrados y libres de prejuicios. Trabajo en Grupo y Cooperación. Debemos unir nuestras habilidades y fuerzas para lograr nuestros objetivos compartidos, en un ambiente de confianza mutua y pleno reconocimiento de nuestra autonomía individual. Esfuerzo Infatigable por Mejorar. Debemos afanarnos constantemente por mejorar nuestro desempeño tanto corporativo como personal, aún en la peor adversidad, para hacer realidad nuestra misión de paz y prosperidad duradera. Cortesía y Humildad. Debemos ser siempre cordiales y modestos respetando los derechos y necesidades de los demás, para ayudar a enriquecer nuestro entorno y mantener el orden social. Adaptabilidad. Debemos adaptarnos a las leyes de la naturaleza y ajustar nuestro pensamiento y conducta a las siempre cambiantes condiciones de nuestro entorno, para dar gradual aunque sostenido progreso a nuestros empeños. Gratitud. Debemos estar agradecidos siempre por los dones y bendiciones que hemos recibido, para que podamos vivir en paz, alegría y fuerza, y sortear cualquier obstáculo que surja en la búsqueda de nuestra verdadera felicidad.

Su capacidad estratégica para ver claro, dejó un legado de sentido común superior que nos permite atenernos a lo que realmente es indispensable y no distraernos por las apariencias. Matsushita sintetizaba esta sabiduría práctica en una frase: “cuando llueva, abra un paraguas”. Es decir, reconozco la lluvia como un hecho de la naturaleza y lo acepto como la realidad que es; pero uso una herramienta correcta para guarecerme de ella y actúo adecuándome a su poder sin ejercer la violencia. Esta es la esencia del Acto Útil con el que las organizaciones humanas aprenden a fluir entre el flujo de sus cambiantes asuntos y lograr beneficios.

Konosuke Matsushita señala la importancia de que la empresa tenga una correcta circulación. Circulación de ideas, de gente, de experiencia, de interacción entre áreas, cooperación inteligente, en suma: Comunicación Comprometida con los resultados de la empresa. Destaca también la importancia de la flexibilidad y la creatividad individual como elementos para innovar cuando los tiempos demanden soluciones críticas. Recomienda desarrollar el pensamiento y la acción independiente; no actuar como niños: penetrar en la realidad.

De la lectura de sus múltiples obras rebosantes de ideas bien meditadas, comparto una que muestra su visión: “No tener preocupaciones ni ansiedades es el estado natural de los seres humanos. Las ansiedades surgen cuando vemos las cosas desde una sola perspectiva estrecha. No tenga miedo ni se rinda ante las dificultades. Sujete firmemente el problema, luego déle vueltas para observarlo desde todos los ángulos. Encontrará que siempre hay una lección provechosa y una solución específica para él. Nuestras ansiedades son el resultado de enmarañarnos con nuestra forma de pensar. La reflexión amplia conquista la angustia de nuestros corazones.”

En efecto, no saber pensar correctamente como individuos crea una realidad humana atormentada, organizaciones que no funcionan y una sociedad corrupta.

Matsushita no tuvo la oportunidad de cursar estudios superiores; nació con escasa salud y en el seno de una familia arruinada. Escribió muchos libros llenos de sabiduría, vivió casi cien años pleno de energía y fundó lo que llegaría a ser la mega corporación mundial de hoy. Nada mal para un hombre que comprendió la verdadera utilidad de los paraguas.